Tecnohumanos

¿Análogicos? ¿Digitales?  ¡Biológicos!

¿Pero hasta cuando?

A lo largo de los siglos los seres humanos nos hemos valido de diversos de dispositivos tecnológicos para mejorar, aumentar o regular nuestras capacidades. Hemos creado el vestido para protegernos del frío, del viento y del sol y por medio de herramientas e instrumentos creados por nosotros hemos aumentado artificialmente nuestra capacidad física para proveernos alimento y refugio.  Mazas y martillos nos ayudan a  golpear con mayor fuerza, anteojos con lentes de aumento nos permiten ver aquello que nuestra vista no alcanza distinguir con suficiente claridad, inventamos micrófonos y altavoces para potenciar nuestra voz,  dentaduras postizas, brazos y piernas ortopédicas de creciente sofisticación técnica,  audífonos y otras prótesis de diferentes tipos para reparar o mejorar artificialmente las funciones de un órgano o de un miembro de nuestro cuerpo (o parte de él).

Los avances de la biotecnología, complementados por el proceso de miniaturización de los dispositivos electrónicos y el desarrollo de materiales bien adaptados al organismo humano, y el perfeccionamiento de las técnicas de implante están impulsando la creciente incorporación dentro de nuestro organismo de elementos maquínicos, proceso iniciado hace medio siglo con el marcapasos eléctrico,  preanunciando el nacimiento del cyborg, integración hombre-máquina imaginada por la tecnociencia hace ya algunas décadas.

En este contexto la computadora aparece alternativamente como extensión de nuestra mente  o como un sistema teleológico complejo al que se le atribuye cualidades biológicas, en especial “inteligencia” – recordemos que el hombre, desde la antigüedad, ha anhelado crear seres artificiales.

El uso de computadoras y otros dispositivos digitales en muchas de nuestras actividades cotidianas se ha naturalizado, a tal punto que en muchas ocasiones no podemos concebir nuestra vida sin ellos.  Los medios de comunicación social contribuyen de forma activa  a promocionar el uso de Internet, la telefonía celular y otras aplicaciones digitales. La tecnología se presenta en el discurso de los medios como elemento clave de transformación social, cultural económica. Miles, millones de personas responden, día a día, a la  anunciada “buena nueva digital” y se suman a los usuarios de las aplicaciones y servicios informáticos y telemáticos más promocionados. La promoción acrítica de innovaciones tecnológicas de diverso y discutible interés es constante en los medios que no pierden ocasión para referirse a algún nuevo o no tan nuevo uso social de las tecnologías digitales como un fenómeno cultural de gran potencial transformador, cuando no revolucionario. Usos que, una vez pasada la ola de estas promociones paracomerciales, muchas veces quedan en el olvido o sencillamente se consolidan como una práctica corriente de  miles o millones de personas, en cuyas vidas rara vez se producen  las transformaciones anunciadas.

De este modo, a la espera de que la máquina se integre en nuestros organismos, creamos una estructura económica y social que tiende a estar controlada y regulada  por máquinas en las que delegamos funciones humanas. 

La pregunta que se plantea hoy en día ya no es si la máquina llegará a sustituir al ser humano, si no de que modo se integrarán los componentes maquínicos y orgánicos en el tecnohumano del futuro. 

A mí, lo que realmente me inquieta es saber si existe algún proyecto tecnocientífico y social encaminado a solucionar definitivamente los problemas sanitarios y alimenticios que sufre un alto porcentaje de la humanidad. 
 
Nota escrita en el espacio de intercambio de opiniones abierto por cumplirse casi 8 años de la publicación de «Trasiego».

Diego Levis
Doctor en Ciencias de la Comunicación
Profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA
http://www.diegolevis.com.ar

10 pensamientos en “Tecnohumanos

  1. A quienes les interese el tema, les recomiendo la lectura de «La condición poshumana: camino a la integración hombre-máquina en el cine y en la ciencia (Editorial Cinema), primer libro de Santiago Koval, discípulo y amigo de fina inteligencia y enorme talento.
    Se trata de un texto intenso y riguroso, que aborda el encuentro del cuerpo con la máquina y de la máquina con el cuerpo y los imaginarios que alimentan estos encuentros y su representación en el cine
    Diego Levis

  2. Diego,

    No creo que haya proyectos asi, al menos en Argentina, donde se habla de tren bala cuando hay trenes para vacas, o donde se inauguran hospitales y escuelas y despues no hay insumos o profesionales.

  3. Escuche que a nivel biotecnología diseño una orquídea preparada para oler a chocolate. Tambien dispositivos que activen emociones y el recuerdo del amor.

    Ahora si la ciencia puede construir ecosistemas enteros, habra alguno destinado a mejorar la vida de la gente que mas lo necesita?

    • Me resulta aterrador el caso de la quimérica orquídea que huele a chocolate, tanto como la locura del artista cuya obra consiste en crear un conejo vivo , real, color verde flúo!
      Cómo podemos seguir confundiéndonos tanto los seres humanos?

      saludos
      normizen

  4. Hace un tiempo Alejandro Piscitelli, parafraseando a McLuhan, decia que “las tecnologías cambian nuestro modo de pensar y nuestros modos de pensar cambian las tecnologías”. Será asi todavia o el mercado impone su ley?

  5. Hace tiempo Ana Wortman, escribia en este blog sobre un tema parecido. Y yo pienso como la tecnologia hace que podamos llevar música a cualquier lado y de formas tan diferentes. Y miro a los adolescentes y muchas veces me parecen cyborgs, y digo: lastima que nadie lleve folclore, tango o musica nuestra!

    • Con respecto a lo que Ud comenta sobre los adolescentes:
      no entiendo cómo podemos saber qué escuchan los demás en sus auriculares!…..alteridad, otredad….seguimos viendo al otro como el inferior, el inferior temible.
      Tal vez los otros escuchen lo que Ud. piensa que no escuchan. Tal vez Ud no sea quien no recepciona.
      Tampoco entiendo lo de música «nuestra», «que lástima que no escuchen música nuestra» me suena a lo nuestro es lo mejor….a propósito yo definiría a la cumbia villera cómo «nuestra» y no la recomendaría precisamente.
      Mi opinión: escuchen todo, y elijan….es una de las ventajas que nos ofrece la tecnología, amplía nuestras posibilidades de elección.

  6. Las empresas diseñan distintos dispositivos técnicos y proponen usos, pero somos nosotros los usuarios quienes terminamos de darle forma a los usos y de este modo incidimos en el diseño de futuros dispositivos. A veces los usos no son rentables para las empresas (el uso masivo de youtube no se refleja en los beneficios que genera)
    Conozco a Sterlac. Podés encontrar material de él en la web. (http://www.stelarc.va.com.au)
    No sólo en nuestro país las prioridades de los gobernantes no están centradas en eliminar o disminuir las desigualdades sociales. El sistema socioeconómico y cultural predominante en el mundo tiende a perpetuar las condiciones que generan la exclusión (lamentable, tristemente)

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